¿A quién se le ocurrió que a los 18 años uno era totalmente capaz de decidir a qué se dedicaría toda su vida?
Hace 1 año tomé la decisión que cambiaría de rumbo mi vida. Una decisión que cambiaría todos los planes que tenía desde que tengo 16 años.
Cambiarse de carrera no es algo fácil, implica autoconocimiento, determinación y sobretodo, valor. Esta ha sido una de las mejores decisiones que he tomado, y sin embargo una de las más difíciles.
Sin embargo, fue la misma que me abrió los ojos y me hizo darme cuenta de la importancia que tiene el saber lanzarnos a seguir nuestros sueños.
La gran mayoría de nosotros se ha enfrentado con la estresante idea de tomar decisiones importantes que definirán el rumbo de su vida. Este escrito es para ustedes; les diré́ aquello que me hubiese gustado que me dijeran al tomar esta decisión.
Todos en algún momento nos hemos aferrado a planes o caminos que hemos establecido, pero olvidamos percatarnos de lo impredecible que es la vida y lo mucho que las circunstancias cambian. Es importante cuestionar nuestros caminos para abrir paso a nuevos y mejores planes. Al leer esto tal vez se les venga a la mente esa actividad que han tenido miedo de comenzar, ese negocio que no se han animado a emprender o ese hobbie que les apasiona pero no han tenido el valor de convertirlo en algo más.
La vida es muy larga para hacer todo lo que te propongas, pero muy corta cuando vives con miedo de hacer lo que te apasiona.
Personalmente, me hubiera encantado tener a alguien detrás de mí, animándome para tomar dicha decisión. Al final me di cuenta que siempre las tuve, lo único que me frenaba era yo y mi miedo a probar lo desconocido. Quítate el miedo al “¿qué dirán?” o al “¿qué pasa si fracaso?”. “El camino al éxito está pavimentado de fracasos”. La vida está llena de errores que nos enseñarán, de aciertos que nos llenarán de energía y de pasión para probar cosas nuevas.
Y como dice la autora Sarah Ban Breathnach:
“El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores. Pero sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen”.
Sé que escribirlo es más fácil que hacerlo pero, la vida es para vivirla y diseñarla a nuestro gusto, así que dejémonos de un lado el miedo, la ansiedad y la incertidumbre y vamos por eso que tanto queremos hacer. Al final la vida es solo una y no vinimos a ella para dejarle debiendo experiencias.
Nunca es demasiado tarde para hacer lo que te apasiona. Si está en tus posibilidades, atrévete. Nunca va a ser demasiado tiempo invertido para que vayas en busca de lo que siempre soñaste. No existen sueños grande o pequeños, el tamaño de los sueños es personal y depende de la capacidad que tienen para hacernos sentir vivos y realizados.
Por último quiero cerrar con una frase de un personaje que nos ha acompañado desde la infancia, su historia es el claro ejemplo de que no existen imposibles para un soñador dispuesto.
“Todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos” - Walt Disney.
- Rebeca Melo Chamy
Diseñador Gráfico y Community Manager en Mexers.