En el camino del emprendimiento hay que tener muy claro que no únicamente se quiere sacar adelante un negocio, el objetivo de emprender es también el del camino a un mejor yo. El crecimiento desde adentro se verá reflejado en una mejor toma de decisiones, paciencia, mejores estrategias, pensamiento analítico, resolución de problemas, multitasking [...].
Personalmente, quisiera hacer un gran énfasis en la paciencia. Considerada como un bien (entiéndase como virtud) en la vida de los hombres y mujeres desde la época de los emperadores de Roma. Esta actitud la entrenarás todos los días de tu vida, procurarás manejar el enojo y frustración para que estos no te dominen, pero sobre todo, entenderás que no podrás controlar cada aspecto de las cosas, y eso, será la clave para sentirse en paz, paciente.
La profesionalización de un emprendedor deberá ser tanto en el desarrollo de su personalidad como en la captación de nueva información. La personalidad mexicana tiende a ser amable, apapachadora y muchas veces no sabemos decir «no», esta falta de actitud (diría yo) resulta crucial al momento de emprender. Para el desarrollo del emprendedor es necesario sí o sí aprender a negarse a sí mismo ciertas cosas y negarles a los demás algunas peticiones que parecerán más favores que un negocio justo.
Habrá que ser fuerte emocionalmente, ¿O creen que las grandes personalidades y marcas de renombre sólo se hacen con dinero? Espera el fracaso, espera los obstáculos, espera que sea difícil, espera lo peor y nada te podrá sorprender como para hacerte desistir. No es fácil, no es de la noche a la mañana. Es resiliencia y mucho coraje para seguir adelante.
El emprendimiento lleva consigo muchas etapas, y hablando a largo plazo; cuando has conseguido hacer lo que te parecía imposible, has levantado un negocio desde cero por ti mismo y ahora tienes empleados, iniciamos con otra etapa, aprender a ser líder. Para ser un buen líder hacen falta muchas cosas, entre ellas está el saber hacer el trabajo de todo tu equipo; marketing, community, branding, sales, design.
Pero antes de todo esto, primero tienes que aprender a ser tu propio líder, nadie te dirá qué hacer o cómo hacer las cosas, tendrás que confiar en ti mismo y tomarás decisiones por tu cuenta. Serás cada parte de tu emprendimiento, aprenderás cada área de él y sabrás cómo funciona a la perfección para que más adelante le enseñes a quiénes conformarán tu segunda familia, a cómo hacerlo mejor que tú. Al final de la escalera dejarás de trabajar para ti y comenzarás a trabajar para los demás.
Grandes empresas empezaron en un garage o en el dormitorio de una universidad, sin las herramientas con las que contamos hoy en día, ni la información de la que disponemos. ¿Cuál es el miedo? Cambiemos nuestra forma de pensar de «si alguien más lo puede hacer que lo haga él/ella» a «si él/ella puede, yo puedo»; solo tenemos que estar dispuestos.
- Jorge Castillo Escoto.
CEO de D’Escoto.